A la deriva

Como un barco a la deriva, a veces, así te sientes en la vida. Hay momentos, épocas, etapas, en las que sin saber cómo ni por qué, pierdes el rumbo y dejas de saber hacía donde te diriges, ni a donde quieres llegar. Te dejas llevar, algo que a veces puede estar bien, pero si perdura en el tiempo y se mantiene en tus días, te llega a desconcertar y puede ser un indicativo de que algo falla en tu interior, de que algo sigue ahí, estancado y sin duda necesita ver la luz.

Que importante es encontrar espacio para que todo aquello que llevas dentro salga y siga fluyendo tu verdadero yo, tu más pura esencia.

Sin parar

Sin parar de vivir, sin parar de sentir, ¿qué es la vida si no?. Cuando sales de casa todos y cada uno de tus días, algo te espera ahí fuera, es la vida, la que tú quieras vivir, porque depende de ti como te enfrentes a todo lo que ella te ofrece. Nuestro lema: "cada día es una aventura" y así es, porque nadie sabe nunca lo que le depara el día. Con el paso del tiempo he comprobado que la clave está en no esperar y vivir el momento. Venga como venga ese momento se vive, se disfruta o se sufre y como siempre se aprende de él.

¿ Para qué sentir miedo si tras la puerta no sabes si hoy te espera el paraíso o el lobo feroz?