Trabajo, ¿quién lo inventó? Solemos asociar la palabra trabajo a madrugar, a estar toda la semana estresados, en ocasiones de mal humor, haciendo algo que no nos gusta...
Sí, por desgracia la mayoría la asociamos a todas estas cosas tan poco agradables.
¿Has pensado alguna vez en cambiar el significado de la palabra?
En los tiempos que corren es muy frecuente escuchar peguntas del tipo:
- ¿De qué puedo buscar trabajo?
- ¿Qué puedo estudiar?
- ¿Qué tiene más salida?
Uf! preguntas de respuesta complicada, aunque sencilla a la vez, tan sencilla como buscar en tu interior y hacer aquello que te haga feliz, aquello que hagas y te suponga, sí, un esfuerzo, pero un esfuerzo agradable, un esfuerzo con el que llegas a casa y te sientes igual o mejor que cuando saliste por la puerta a las siete de la mañana.
Cada vez más, encontramos a personas que se unen a esta tendencia, a hacer aquello que les hace felices.
Solemos trabajar por dinero, porque seamos realistas, el dinero es necesario para sobrevivir, pero si ahora tienes un trabajo al que odías acudir a diario, ¿a qué esperas? quizás te lo puedes tomar como algo transitorio e invertir tiempo en algo que te guste, que quién sabe, tal vez algun día puede llegar a ser tu propio negocio.
Hemos pensado demasiado en ganar dinero para poder tener un mayor poder adquisitivo, pero quizás, la clave de la felicidad no esté ahí.
Puede sonar raro hablar de esto en tiempos de crisis, en momentos en los que el dinero es para muchos muy importante, pero hay que mirar el lado positivo, gracias a ello los valores de muchas personas están cambiando.
Al fin y al cabo es tan sencillo como aprovechar el momento y cumplir tus sueños, o por lo menos saber que lo has intentado!