Pensabas que vivir era complicado, que ser feliz era imposible, que confiar plenamente en ti y en los demás no sería una tarea fácil. En ocasiones nos marcamos objetivos tan inalcanzables... no porque no se puedan lograr, sino porque para llegar a ellos, antes, debemos pasar por otros momentos, por otras etapas, por fases de la vida que te llevan hacia esa meta.
Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, imaginas el camino y disfrutas de él, das tus primeros pasos, uno tras otro, conociendo, conociéndote, cambiando aquello que quizás te separa de él, si ese es tu objetivo serás perseverante y harás todo lo que esté en tu poder para llegar a conseguirlo. Si tus metas son muy deseadas seguramente conseguirás alcanzarlas, cuando lo consigas coge aire, respira y disfruta de la sensación de haber llegado hasta ellas. Cuando logras aquello que te propones, confías más en ti, confías más en los demás, en la vida, en tus posibilidades de estar bien y ser feliz, de tener momentos de felicidad, porque en tu camino te encontrarás también con momentos de tristeza, de rabia...momentos sin los cuales tampoco tu meta podría ser alcanzable.
Es la vida, es vivir, sentir, sentirse viv@, disfrutar de lo bueno, aceptar y luchar contra lo malo, superando obstáculos, superándote a ti mism@, porque piensa que la gran mayoría de ocasiones, sólo tu eres tu mayor enemigo, sólo tu pones trabas ante aquello que quieres conseguir y que crees y consideras que nunca dejará de hacerte sonreír.
" Amélie tiene de repente la extraña sensación de estar en total armonía consigo misma, en ese instante todo es perfecto, la suavidad de la luz, el ligero perfume del aire, el pausado rumor de la ciudad. Inspira profundamente y la vida ahora le parece tan sencilla y transparente..."