lunes, 18 de enero de 2016

Conflicto ¿sí o no?

Mientras caminas por la vida te encuentras con situaciones a veces muy desagradables, situaciones que no te esperabas pero que en muchas ocasiones, casi sin darte cuenta, has provocado, tal vez tu inconsciente es más sabio que tu, porque a veces esas situaciones son necesarias para conseguir cambios. Cambios siempre a mejor, o desde luego eso es lo que tu esperas. 
Algunas personas huyen de los conflictos y es tal vez ese el motivo por el que nunca hay cambios en sus vidas, permanecen siempre en el mismo lugar y en el mismo nivel de conciencia. Los conflictos,si vives, son necesarios, hay que enfrentarse a ellos igual que nos enfrentamos al miedo, siempre adelante y buscando por supuesto la mejor solución para todas las partes. Escuchando y permitiendo que el resto también exprese como se siente. El final feliz es llegar a un acuerdo satisfactorio para todos/as, pero aunque lo desees con todas tus fuerzas no siempre es posible.
 Mientras caminas por la vida te encuentras con personas que no aceptan cambios y para nada otros puntos de vista, personas que viven inmersas en su propio yo y para las cuales lo único importante es satisfacerlo. Aunque te cueste creerlo esas personas existen y aunque sea duro aceptarlo caminan contigo por la vida...



"Las ruinas son el camino a la transformación"
(bonita frase que una bonita amiga me ha traspasado)



lunes, 4 de enero de 2016

Sin propósitos...

Se acabaron los propósitos para el año nuevo y llegaron los propósitos para el día a día, para cada momento. Aprender a vivir el momento es el mayor de  los logros, el mejor aprendizaje, o por lo menos, uno de los mejores.
Disfrutar del momento te permite estar presente en todo lo que haces y sientes, en todo lo que te comunican y te transmiten, no te pierdes detalle y por ello vives intensamente todos y cada uno de esos instantes de los cuales, siempre extraes algo que guardar en tu mochila de aprendizajes.

Sin propósitos, porque ahora únicamente se trata de seguir aprendiendo, de caerse, levantarse y de equivocarse, porque sabes que no hay mejor recompensa que aprender de tus errores, porque nada te hace más fuerte que resurgir.

Mis propósitos para este nuevo año son poco ambiciosos, simplemente seguir adelante, como siempre, como cada día al levantarme...