jueves, 13 de abril de 2017

Descubrí

Un día descubrí que decir lo que siento simplemente libera, que expresar sentimientos con palabras me hace ser yo misma, me respeto.
Descubrí que si no expresas lo que quieres hacer, si no, que lo haces, la vida se disfruta más y se aprecian los detalles, que si pongo mi mente en el momento presente lo demás no importa, porque mañana, ya se verá y cuando esté ahí en ese momento será una primera vez, sin esperar nada de un futuro todavía inexistente.

Un día descubrí que vivir es más fácil, que se puede soñar grande, que se puede hacer aquello que te hace sentir así, viv@. Empecé a respetarme, a seguir mis propios pasos, a romper mis creencias, a escuchar mis miedos pero conversar con ellos, que ellos simplemente acompañan y avisan de algo que puede, o no pasar.




domingo, 9 de abril de 2017

Desmontando

Y si todo aquello qué hemos aprendido no es cierto, o no tiene porqué serlo. Desmontando la vida, desmontando las creencias, esas que son tan limitantes. Resulta que cada uno puede vivir a su manera. Conseguirlo cuesta un esfuerzo, pero tal vez vale la pena. Vivimos en un mundo lleno de ojos que juzgan sin pensar más allá de lo que ven.
Las personas somos más que un cuerpo, tenemos historia, tenemos momentos que han marcado nuestra trayectoria. Cada cual a su manera construye su camino, entonces, cada cual que sea responsable de vivir la vida a su manera.
No existe mayor libertad que la de poder hacer aquello que te hace sentir vivo/a, aquello que haces desde el corazón, la mente y sobretodo respetándote y respetando al resto del mundo.

No sé si son los años, las ganas de vivir o la perseverancia de día tras día,  pero ahora, mi vida, es sólo mía.










viernes, 7 de abril de 2017

Se puede

Ayer una vez más, comprobé con la gran capacidad que nacemos  para disfrutar de todos los bonitos detalles que la vida nos pone delante.  Normalmente, con el paso de los años,  vamos perdiendo esa  capacidad, muchos/as que forman parte de nuestro entorno influyen para que así sea.  Simplemente hay que querer recuperarla y de nuevo te ilusionas.

Gracias pequeño gran maestro, porque siempre que camino a tu lado consigo volver a ver todos y cada uno de los detalles,  juntos disfrutamos de esa gran habilidad para sumergirnos en nuestro mundo de emociones.