Y si todo aquello qué hemos aprendido no es cierto, o no tiene porqué serlo. Desmontando la vida, desmontando las creencias, esas que son tan limitantes. Resulta que cada uno puede vivir a su manera. Conseguirlo cuesta un esfuerzo, pero tal vez vale la pena. Vivimos en un mundo lleno de ojos que juzgan sin pensar más allá de lo que ven.
Las personas somos más que un cuerpo, tenemos historia, tenemos momentos que han marcado nuestra trayectoria. Cada cual a su manera construye su camino, entonces, cada cual que sea responsable de vivir la vida a su manera.
No existe mayor libertad que la de poder hacer aquello que te hace sentir vivo/a, aquello que haces desde el corazón, la mente y sobretodo respetándote y respetando al resto del mundo.
No sé si son los años, las ganas de vivir o la perseverancia de día tras día, pero ahora, mi vida, es sólo mía.
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