Últimamente no paro de escuchar en la radio"Don't worry be happy", antigua canción, cuyo mensaje es bastante claro.
Quizás la primera vez que la escuché el mensaje me pareció fácil de conseguir, quizás fue hace unos cuantos años...Ahora lo escucho y pienso, sí es cierto, no te preocupes más de la cuenta por las cosas que te pasan y que pasan a tu alrededor, pero seamos sinceros, la cosa es preocupante.
Para combatir todo esto, no paran de bombardearnos con mensajes tipo: monta tu propia empresa, saca el genio que hay en ti, etc. de repente parece que todos debemos ser emprendedores, creativos...vivimos en la era de la creatividad y el emprendimiento y es que en algo debemos ocupar nuestras mentes pensantes y creativas, por supuesto.
Debo reconocer que el coaching me enganchó bastante al principio,lo sigo y lo respeto, pero está claro que hay mucho intrusismo y muchos/as aprovechan ahora esta época para hacerte creer que te van a dar la clave del éxito, cuando en realidad esa clave la tienes tu.
¿Cuál es el problema? que no sabemos y no queremos mirar en nuestro interior, que hemos vivido durante mucho tiempo a remolque de la sociedad del consumo, la sociedad capitalista y comprando un jersey y unos zapatos nos sentíamos bien, y de nuevo lunes y de vuelta al trabajo, sin darle en muchas ocasiones importancia a aquello que estábamos haciendo; señores/as, el trabajo ocupa la mayor parte de nuestro día a día, si no disfrutamos con él o almenos de él...¿qué sentido tiene la vida?
Y ¿qué sentido tiene no preocuparnos en cómo estamos por dentro? si estamos bien por dentro quizás nos conformemos con un simple par de zapatos, quizás con ese par nos sintamos la persona más feliz del mundo.
Hace unos días contacté con un centro cívico ofreciendo actividades y talleres para motivar, para ayudar a personas a mejorar su autoestima, etc. mi sorpresa fue que la responsable del centro me dijo que ese tipo de cursos no tienen éxito, que a nadie le gusta remover la "mierda", siento la palabreja, pero fue así de clara y así de claro lo escribo.
Me preocupa que no queramos remover, porque si no sacamos todo aquello que tenemos dentro, se enquistará y todavía será peor.
A la gran mayoría nos han educado bajo la teoría de la tapadera, el nombre es mío, pero queda bien claro. Mejor no hablar de determinados temas, porque al hacerlo se puede llegar a sufrir, se puede llorar, se puede uno poner triste, pues bien, ¿por qué no podemos estar tristes, por qué no podemos expresar como nos sentimos por algo en concreto? ¿es mejor taparlo, tal vez así no nos hará daño? grave error y error que seguimos cometiendo la gran mayoría.
Sigo opinando, defendiendo y siempre defenderé que es mejor que la "mierda" esté en su sitio y este no es precisamente el wc.
Estoy completamente de acuerdo contigo, Laura... la "mierda" hay que removerla de vez en cuando para que no atasque las tuberías.... tapar no soluciona nada... sólo que cuando las cosas estallen lo ponga todo absolutamente perdido....
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